La plaza de la Constitución, conocida de manera informal como Zócalo, fue construida sobre la que alguna vez fuera el epicentro de Tenochtitlán. Hoy con sólo caminar unos cuantos pasos, se puede pasar de la imponente catedral a las partes descubiertas del Templo Mayor, rodeada de otras joyas arquitectónicas como el Palacio de Minería, Museo Nacional de Arte, Palacio Nacional, Iglesia de Santo Domingo, Palacio Postal, Palacio de Bellas Artes, Palacio de Iturbide y el Museo del Estanquillo, entre otros. Sus calles aledañas se encuentran repletas de restaurantes, tiendas y hoteles.
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